viernes, 5 de agosto de 2011

Gavieros al sol: lecturas de verano.

“PELIGRO DE VIDA” DE FRANCISCO JOSÉ MARTÍNEZ MORÁN

Francisco es un tipo cercano que vive por y para la literatura, y eso se nota en sus trabajos. Se nota en su poesía, lo dicen sus lectores y sus premios, y se nota en su narrativa. Francisco es joven pero reúne dos condiciones indispensables, desde mi punto de vista, para destacar en este mundo de escritores, escribidores y escribientes, talento y trabajo.
Peligro de vida es la prueba física de lo que digo. Si el propósito de Francisco, cuando escribía esta colección de relatos, era hablar de la humanidad, como dice El Chojín en su prólogo, lo ha conseguido con la verdad literaria y sin discurso panfletario. Esta colección de relatos es una hostia a la conciencia, al pensamiento plano y acomodado. Cuando comienzas su lectura con “El honorable comercio de la naranja”, el estómago se comprime ante la fuerza de esa declaración de intenciones. El libro habla y dice: Atrévete, pero… de nada servirá que te protejas. Entonces ya no podemos parar, es un continuo diálogo entre las voces, a veces con poderosas primeras personas y nuestra conciencia dormida y fofa.
Un libro que dibuja a la perfección la dignidad, la razón, la rabia y la ira, que las fotografía sin hablar de ellas adjetivando las imágenes de forma precisa, exacta, dolorosa, cruel, como la bala reventando el corazón caliente y tierno de un corzo.
A mitad del libro Francisco te ha metido el cono de un volcán en erupción en el pecho y una explosión te sacude el cuerpo. Sólo la onda expansiva de las palabras y su perfecta geometría te mantienen con aire para pasar de página.
Navegando entre la belleza y la congoja, la luz y el dolor, descubrimos la variedad de la violencia y su tamaño dependiendo del lugar que habite: desde la oscuridad cómplice de una habitación hasta la oscuridad cómplice de una fosa común.
Al final, uno se pregunta cómo es posible, en este edificio de palabras, rodeado de andamios de dolor y tristeza, encontrar tanta elegancia. Se me olvidaba decir que Peligro de vida habla, por encima de todo, de la dominación y que cuesta mucho quitarse de la piel las pegajosas esquirlas de culpa. 

Óscar Santos Payán

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