La escabrosa cotidianidad fragmentaria es el síntoma de una sociedad descompuesta. En el primer asalto, Pablo López Carballo esboza la Historia de Europa en trece actos o minutos seccionados aleatoriamente que albergan el acontecer de tres milenios. La poética del autor señala su incesante voluntad por desvelar el fundamento que consiente toda división. Es decir, aquel soporte insoluble que mantiene el mundo en su integridad a pesar de su carácter segmentario.
López Carballo no opta por relatos pueriles, más bien hallamos una escenografía repulsiva que, presuntamente, va a ejercer el cometido anhelado. En otras palabras, las anécdotas escogidas sintetizan la vulgaridad de la realidad fenoménica. Concretamente agrupa el texto de forma siniestra, sirviéndose de la sangre, la mutilación, el maltrato animal o el sexo anal. El escritor acentúa dicha ordinariez a través del elemento macabro; procurando la conmoción del lector ante las sensaciones de terror y asco. De este modo, mugre y trivialidad se declaran componentes unitarios de la división mundana.
Crea mundos y te sacarán los ojos huye de la cómoda autobiografía con el fin de justificar una problemática más arriesgada. El consagrado poeta debuta como excelente prosista aunque, difícilmente, logra escapar de su condición primera puesto que, en muchos pasajes, se evidencia la tentativa frente al dominio del lenguaje y, sobre todo, la intermitente ansia por lograr la integración del espacio en el tiempo.
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