Con prólogo de Javier Corcobado, Menos tú une versos torcidos nacidos del dolor y de la incontinencia para retener demonios comunes.
Hace poco oí a Germán cómo aprovechaba "la cresta del verso", si podemos expresarlo así; cuando el verso fluye hay que trascribirlo, dejarlo libre para el mundo tangible, sea el sitio que sea. A Germán el verbo le golpea las sienes, sale rotundo, se pone a parir en el lugar menos esperado-ispirado; y eso hace que limite el dolor, le ponga cerco; lo hace tan acuático que se desliza como el agua.
Menos tú es una suma, aunque ésta sea una expresión fácil, es poética de primera necesidad, como él la llama. Poética para reconocer la tristeza, encuadrarla y llamarla con la ironía de los epitafios y un híbrido de titulares imposibles: 'A peter pan se le queda pequeña la ropa'.
Versos para el atardecer, con notas musicales como telón de fondo, escupiéndolos sibilinamente al día que va acabando.
María del Mar Domínguez
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