jueves, 28 de marzo de 2013

"Sobras" de Maite Dono por Luna Miguel


Para pincharse: las... ¿canciones? Los... ¿poemas? Los... ¿alaridos? las... ¿terribles imágenes que Maite Dono nos regala en su nuevo libro, Sobras (El Gaviero, 2013), y que tan intensas entran en nuestras venas? Sí. Ha vuelto Maite Dono y hay que agradecer a los dioses que por fin podamos tener otro de sus libros con nosotros. Empezaré primero por lo “malo”: creo que es un libro difícil de digerir. Me diréis: “las sobras siempre lo fueron”. Y es cierto. Se trata de un libro difícil de digerir a propósito, porque lo que en él encontramos no son cosas bonitas, no son cosas agradables. Lo que no es fácil de escribir tampoco es fácil de digerir. Y por eso pienso que un lector que no conozca el trabajo previo de Dono, quizá no llegue a comprender el motivo de estos versos. Sobras es la segunda parte de Circus girl (El Gaviero, 2009) sin duda. Si en el primero se predicaba el “Mamaíta no soy mala”, y había un fuerte rechazo y posicionamiento ante la hostilidad del amante y de la madre, en el segundo la maldad no viene de terceras personas, sino del propio mundo. Ibuprofeno, o Desierto de Sonora Para obtener la Visión No dormir No dormir jamás nunca Quedarse así por culpa de amar Daturas o amapolas con saliva, y tragar Tragar cerrando los ojos Sonora y sola en el desierto del sueño […] Los poemas aquí no son tampoco poemas. Son canciones, alaridos, juegos de palabras, tinta prohibida, fuerte, dispersa. 


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Aburrida, intensa y cursi