Ha sido la primera vez.
Una experiencia extraña.
Dolor? No exactamente.
Sólo tuvimos que dejarnos llevar.
Y luego disfrutar del tacto, la hendidura.
El golpe seco, a veces, creó ilusión, pero no, no es lo mismo.
Es la primera vez que El Gaviero usa impresión tipográfica.
El libro afortunado ha sido El domador de objetos de Carmen Fernández Agudo. El único capaz de someter los tipos de plomo.
El sello de portada se imprimió con máquina tipográfica manual tipo Boston..., acariciable.
Ha sido la primera vez, pero no la última.
Vicio.
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