domingo, 4 de mayo de 2014

Carne, mar y diamantes: algunas madres gavieras



Dios le toma el pulso a mi madre. Dios se ha enamorado de mi madre. Dios besa a mi madre. Dios toca el seno blanquísimo de mi madre. Recuerdo mi vida. Naceré sobre una pradera de balas. Creceré con un traje de marinera, pero nunca conoceré el mar, y cuando lo conozca lo negaré, diré que esa gaviota de arena espuma y agua no es el mar, que el mar es un astro de órbita líquida que al mirarlo te devora el alma.
David Meza, El sueño de Visnu




–Toda carne,
madre,
(también mi carne)
tiene veinte años
y está corrompida.
Sara R. Gallardo, Epidermia





quiero decirle a tu mamá que es mala
Jordan Castro, Vomit




Mamaíta no soy mala
Aunque me coma las uñas
Las pieles que rodean las uñas
Hasta la carne
Hasta la carne mamaíta
Maite Dono, Circus Girl




Ahora sólo puedo contemplar la belleza de mi madre. 
Creo que ella se ha dado cuenta.
Begoña Callejón, Cenicienta en sangre




fue casi amor, cenizas, aprendizaje “mamá, si me estás viendo, que yo creo “A hard rain is gonna fall” que sí...” En Armero el amanecer es rojo el amanecer tiene alas y se va muy lejos omaira tenía muy poblado el adentro “mamá, estoy enamorada del hambre...” amor es caos y caos es amor “y quiero que me lo cuentes todo...” decir palabras preciosas como muros Quand j’arrive à Leinestrasse 6 I´ll ring the bell and say “Wennergren”. “pasar hambre y que el llanto me salga liso, mamá...” áfrica en un vagón de belleville
he dado 7 vueltas
a la grande roue de paris
Epitafio
Octubre.
El primer frío.
Su memoria arde ya
en el país del-viento.
Elise Plain, Pan para la princesa



1 comentario:

José Luis Martínez Clares dijo...

Versos maternales de emocionante cercanía. Saludos