Ojo por ojo de Ana Canteras
Para Begoña Callejón, la tragedia de Cenicienta no reside tanto en el hecho de que fuera explotada por su madrastra y objeto de burla de sus hermanastras, ni que no tuviera un traje adecuado para asistir al Baile Real. Lo peor de Cenicienta es que nunca conoció a su madre. Cenicienta en sangre toma esta premisa como punto de partida y todo el poemario se construye alrededor de esta idea: la búsqueda de la madre desaparecida por parte de un adolescente (Cenicienta) perdida en una país imaginario llamado Ildaboth. Así, Cenicienta,"animal perfecto encerrado en un corazón que llora" será expulsada al País de las Calabazas, "aquí sólo verás lo que quieras ver. Calabaza o zapatito de cristal..."
Inicia una búsqueda de su madre no exenta de reproche y odio ("Hiciste de una niña un monstruo. Hiciste que te creyera muerta. Papá sólo te obedeció. Te odio. Maldita ramera.") por un mundo de pesadilla, decadencia y horror. A partir de aquí asistimos a un bombardeo de imágenes impactantes, en donde se entremezcla lo onírico con lo surrealista ("Los niños muertos clavados en la verja esperan su cumpleaños de sangre derramada"); versos que son como un esputo de sangre en el rostro; trozos de espejos que estallan sobre nuestros ojos, clavándose en nuestras pupilas, y en cada pedazo hay reflejado una parte de lo que somos, lo más oscuro, lo que permanece en lo más escondido de nuestro subconsciente: miedo, culpa, rechazo, sadismo, autocastigo y egocentrismo pero también soledad, desamor y angustia vital: "mi útero parece querer expulsar algo: un tronco sin cara." / "Me encontré haciendo el amor con un peluche, desnudo, pintado como un niño".
En muchas ocasiones, los poemas adoptan la forma de un pequeño cuento gótico de terror en el que están presenten un enterrador necrófilo cuentacuentos (versión repugnante de Scherezadecomo él mismo se define) o el mismísimo Satán, que es invocado varias veces como un amante ausente cuya presencia se requiere con ansiedad desesperada. Imágenes alucinantes y alucinadas que me evocaron ese mundo fantástico de sangre y sexo reprimido que estalla en mil pedazos descrito por Neil Jordan en el film En compañía de lobos, versión corrupta del cuento de Caperucita.
Cenicienta pierde la inocencia y ya no cree en los cuentos, no los escucha, embobada con el runrun de sus obsesiones y el dolor que la anula: "Vi un payaso adolescente que daba golpes en su tumba. Hilaba poemas, cantaba y saltaba delante de sus heces."/ "Yo no sé nada de las ratas que nadan en mi sangre". Los conceptos o símbolos típicos de los cuentos y las palabras mágicas adquieren ahora otro matiz, un significado siniestro o torturado.
Begoña Callejón, Cenicienta en sangre
El Gaviero Ediciones
Colección Troquel nº10
Prólogo: Natalia Zarco
Ilustración: Ana Canteras
ISBN: 978-84-936617-5-5
PVP: 14 €
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