"Los escritores somos muy conscientes de la fragilidad de los períodos de equilibrio"
Profesor, investigador y poeta (ganador del premio de poesía Hiperión en 2009), Francisco José Martínez Morán (Madrid, 1981) se adentra en el mundo de la prosa con un libro que da mucho miedo: Peligro de vida (El Gaviero Ediciones, 2010). Un auténtico catálogo de las crueldades menos ostentosas de los seres humanos. Quizá por eso es un libro difícil de digerir de un trago.
Jara C.: Tu último libro se titula Peligro de vida, aunque bien podría llamarse Peligro de muerte. El volumen contiene una serie de relatos cortos, fragmentarios, sobre diferentes modos violentos de morir, de hacer daño a los otros, de exhibir las partes más oscuras de la humanidad. ¿De dónde viene este afán por retratar lo cruel, lo que falsamente se tiende a llamar “inhumano”?
F. J. Martínez Morán: El título de trabajo del libro era “Del hombre por el hombre”, quizás en recuerdo deHobbes. Dado que tenía que encajar en la colección “Cartoné” de la editorial El Gaviero, que presenta una temática muy marcada, centrada en la muerte, me pareció fantástica la sugerencia de cambiarlo por “Peligro de vida”, una expresión que aún emplean muchas lenguas germánicas para expresar nuestro ‘peligro de muerte’ (de hecho, en castellano se atestigua esta forma aún a finales del siglo XVII). Todo surge, sencillamente, de la constatación de que el mundo, en cualquier tiempo y lugar, se mueve por mecanismos de dominación. Estar vivo entre humanos significa dominar o ser dominado.
J.C.: Has abierto en tu libro un abanico inmenso de modos de dominación, no sólo desde el punto de vista de la víctima, sino, sobre todo, desde la piel del verdugo. ¿Por qué decidiste darle esa importancia al “dominador” frente al “dominado”?
F.J.M.M.: No me lo había planteado nunca así. Es una perspectiva que no pensaba que se pudiera aplicar a su lectura, pero es muy cierta. Lo peor de todo es, desde mi punto de vista, que ambos papeles son casi siempre totalmente intercambiables. Eso es lo aterrador.
J.C.: Las personas adquieren esos dos roles al mismo tiempo en las guerras… ¿quizá es por eso que muchos de los relatos de Peligro de vida están ambientados en un periodo de guerra o posguerra? ¿Qué tienen esas épocas de horror que las hacen tan atractivas para los escritores que viven en periodos de paz?
F.J.M.M.: Exactamente. Es la causa. Supongo que en ese punto narradores e historiadores nos damos la mano: al fin y al cabo, y casi encendiendo un indicador de alarma, nosotros apelamos a una memoria fictica, pero igual de útil. Creo que los escritores somos muy conscientes de la fragilidad de los períodos de equilibrio. Por esa razón el libro se abre con un “Eso nunca me sucederá a mí”.
J.C.: ¿A veces da más miedo vivir que morir?
F.J.M.M.: Sin duda. Y con más frecuencia que sólo a veces.
J.C.: Hablemos del proceso… ¿Cómo es el momento en que un poeta decide ponerse a escribir estos relatos? ¿De dónde surgen? ¿Con qué imágenes brotan?
F.J.M.M.: Lo cierto es que siempre he escrito prosa. No sabría decir si fue antes que la poesía, pero desde muy joven ya escribía cuentos cortos. Yo me siento escritor en el sentido amplio del término, aunque comprendo a los que se decantan decididamente por uno de los dos géneros. Cada cuento ha surgido de un punto diferente, todos tienen un arranque distinto. Puede ser (a la manera de un poema) que surja primero una frase, pero también pueden provenir de la lectura de algún otro novelista o de periódicos y noticiarios. Siempre he sido una persona muy informada.
J.C.: ¿Y qué lecturas te han influido en él? Yo veo mucho de Carver en lo fragmentario, pero también de literatura española. ¿De dónde te has nutrido literariamente hablando?
F.J.M.M.: De Carver creo que hay poco, al menos en el primer plano: no me siento influido por él. Hay más deAuster en su vertiente de novela negra, Chandler, Hammett, algo de Graham Swift, bastante Flannery O’Connor y no poco de Fante… Mucho, mucho Kafka. Muchísimo, aunque parezca muy alejado de su estilo. Y mucho de Ovidio, sobre todo de sus obras del destierro. No faltan Brecht ni Kadaré. Y, por supuesto, voces en castellano actuales como las de Fernando Sánchez Calvo y Andrés Neuman o clásicas como las deGaldós y Cadalso. También hay mucho material visual: Isabel Muñoz, Gervasio Sánchez, cine negro yKubrick. Aunque sea muy fragmentaria, pretende ser una obra totalizadora, panorámica.
J.C.: Hay mucho Galdós y muchas imágenes cinematográficas. Kafka como paradigma de lo incomprensible… La televisión, la literatura, el cine son, por lo que veo, ese escaparate donde se explora lo que en las conversaciones o en las relaciones sociales intentamos que no salga a la luz.
F.J.M.M.: Kafka es la enciclopedia de lo actual. Sin él no hay prosa honesta. Y puede parecer mentira, pero en productos tan aparentemente banales como los vídeos musicales se percibe ese bajo continuo, ese mismo ruido de fondo. La sintaxis visual de la MTV me ha influido muchísimo en la redacción de estos cuentos.
J.C.: Una última cuestión. Sé que estás ocupado ahora mismo con la tesis, pero qué será lo próximo: no hablo de libros cerrados, sino qué te da por escribir últimamente: tema y forma.
F.J.M.M.: Desde hace un tiempo ultimo un poemario. Yo me planteo, a diferencia de la mayoría de los poetas, los libros de poemas por etapas: se trata, desde mi punto de vista, de recopilar lo más presentable que tiene uno hasta la fecha, más que de escribir persiguiendo un tema. El tema llega, en mi caso, una vez cerrado el libro: se pueden radiografiar los intereses de unos años determinados a posteriori, no como premisa. Desde hace un par de años trato de cerrar una novela corta. Y he comenzado otra. Los cuentos que voy escribiendo en estos tiempos se están agrupando en una carpeta que se llama Felicidad. Y acabo de terminar un ensayo sobre ese tema, hace un mes o dos. Por lo demás, quiero terminar un cuento para niños que inicié la primavera pasada y es posible que en un par de meses aparezca un cuadernillo didáctico de ELE(ya corregí primeras pruebas). Para el verano quiero escribir la segunda parte (dedicada a prosa) del manual de escritura que apareció en 2008. Y en algún momento de 2012 espero poder reflotar junto a Fernando la revistaQuebrados: ya lleva demasiado tiempo parada y le tengo muchísimo cariño.
Fuente: La Planta Baja
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