Esa palabra muda. Terminar el año con Epidermia.
SRG: Si la mayoría me llegara a amar, sentiría desprecio ante mi propia incapacidad de amar.
SRG: Si me odian, al menos, no siento esa culpa. Al contrario, el fallo está en mí. Nadie me ama. Yo soy el fallo. La culpa se disipa porque ser quien se es es inevitable.
SRG: ¿La culpa te hace ser infiel?
SRG: La culpa me hace justa.
SRG: Vergüenza del placer y vergüenza del dolor. ¿Por qué indagas, por qué te psicoanalizas?
SRG: Más allá de mí intuyo la vida. Un razonamiento simple sobre una psique compleja me da esperanzas suficientes para conseguir comprender lo que habita más allá de las fronteras de Nod, que es jurisdicción de mi piel y de tierras yermas que abren sus fauces. La contradicción se aleja de mí, amanece eternamente.
Fragmento de Entrevista: La joven cainita. "Siento culpa por el amor que no hay". Incluído en Epidermia (El Gaviero Ediciones, 2011) Sara R. Gallardo.
Hace cosa de un mes, o un poco más, salió Epidermia, el libro de Sara R. Gallardo. Amiga y compañera de COLMO. Esperaba (yo) Epidermia desde antes de que se titulara así. Desde antes incluso de que tuviera título. Lo esperaba al menos desde 2010. Desde marzo de 2010, cuando se celebró en Versátil.es el speed dating con editores. Citas rápidas con editores a quienes mostrar-exponer-vender nuestras obras. Pocos fueron los valientes que se atrevieron a desnudarse. Yo no siquiera me levanté del sillón ya preparada. El Gaviero. Difácil. Eclipsados. Etcétera. Sara fue una de esas valientes. Acudió con una muestra de sus retales y, poco después, El Gaviero le dio el sí a estehíbrido que, hacia el ocaso del 2011, ha visto la luz.
Lo leí hace pocos días. Para no darle el gusto al 2011 de encontrarme en bragas cuando se marchara (el año). Lo hice dentro de un Interurbano Logroño-Nájera (donde me esperaba primo para cocinar fidechichas) a mediodía, escuchando el Lioness de Amy Winehouse.
Homenaje a Amy Winehouse cerca de su vivienda de Candem, en Londres, donde apareció su cuerpo. | Carl Court / AFP |
Nunca un disco me había parecido tan póstumo. Quiero decir. Nunca antes una música me había dado la impresión de ser interpretada por alguien ya muerto. Es decir. He escuchado a cantantes muertos. John Lennon. Janis Joplin. Tantos. Y nunca, nunca, me había dado por pensar, mientras los escuchaba, que estaban muertos. Que estaba escuchando la voz de alguien que ya no existe. El disco de Amy me dolió como el final de una historia inacabada.
Eres una muerte ridícula.
por ser inacabada la muerte no sirve de adorno la muerte se marchitaa las pocas horas.-Cuando sabía que sólo te tenía a ti,tú buscabas ya otra belleza menos fúnebre,una muerte realFragmentos de Epidermiología: Historia breve de cómo se marchitan los cuatro pétalos de las amapolas. La historia de cómo te perdí. Inglaterra-Alemania. Ladscape on canvas, el extenso y visceral poema que cierra Epidermia.
Y es que Epidermia no es -sólo- piel. Es carne cruda.
Sus textos remueven porque hablan en crudo. Sobre todo su tercera parte: Cartas mitológicas. El relato o la autobiografía, la carta, la voz que grita a un destinatario que ya se encuentra demasiado lejos para poder si quiera oírla.
Sin piel ya, tan desnuda, de un dolor y un desconsuelo y un desamor de (quien lo probó lo sabe) quien ama hasta el desgarro.
Una mujer vestida de novia intenta saltar por la ventana de un edificio en Changchun, China, tras dejarle su novio. | China Daily / Reuters |
Señoras, señores. Paso de formalismos. Lean a Sara R. Gallardo. Descubrid la temperatura de sus manos su, yo poético, el ruido que traspasa unas paredes de cartón, el sentido de la poesía entre rastrojos, el verso herido y la marca en la piel, la marca, la herida abierta que deja entrever el nombre de este libro que es cuaderno y es Troquel.
#17
Poesía,
esa palabra muda
que sangra.
Las dos fotos que he utilizado para ilustrar esta entrada pertenecen al álbum "Las mejores fotos del año", publicado en ElMundo.es. Puedes verlo completo siguiendo este enlace.
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