viernes, 8 de junio de 2012

Grande y dilatado mar: verso insondable


Museo Nacional de Arqueología subacuática (Cartagena)
Lugares cuyo nombre nadie ha pronunciado en siglos. Rutas interminables trazadas sobre un mapa, los océanos cosidos con una sutura invisible, como una madeja desliada en manos de un niño.
Raúl Quinto, Idioteca


La verdad es revolucionaria y la revolución empieza en la 
pobreza el deseo no me deja hablar me gustaría poder relatar las
frases salidas de los cubos de nuestro cuerpo, los diálogos a través
del timbre de la puerta, a través del teléfono, horas, a través del
océano, de las sábanas o incluso a través de la ciudad. poder relatar
cada una de nuestras lágrimas, en el extranjero o aquí mismo, en mi
balcón.
Elise Plain, Pan para la princesa


Nos querían secos, tristes, ordenados. No les hicimos caso. Ya todos
éramos parte de un océano minúsculo imparable.
Antonio Portela, Ciudadano Romano

La muerte está vencida Pero el precio
pagado ha sido atroz porque de mí
no quedan más que datos encriptados
que impulsos que tendrán que recorrer
el círculo sin fin de los océanos
eternos de las redes informáticas
el círculo implacable que jamás
por mucho que lo implore ha de cerrarse 
José Pablo Barragán, La nave

pero es el interior, su rostro, el que se aleja
por ejemplo en el océano respecto de todo
cualesquiera los puntos referidos, lejos
piensa
así que la distancia era el modo de caber
María Salgado, Almanaque poético

El temblor de la nada
acusó el movimiento de los ríos,
y de los ríos nacieron los océanos
que reflejaron una luna inmóvil,
cegada por la luz.
Teresa Domingo, Luzbel de penumbra



¿Por qué permanecer aquí? ¿Sólo porque es el punto de partida? Y su entorno pasó de ser la quinta hora de clase a convertirse en la visión del suelo del patio del que su punto de vista se aleja rápidamente hasta ver continentes y océanos.
Natalia Manzano, Apnea


La sed de purezas aisladas

bebe, sin embargo, del océano entrópico,
y encuentra,
y construye un orden complejo y elocuente,
ascendente y expansivo, 

y le da verbo.
Sofía Rehi, Química


Ciudad de Barcelona: el buque surcaba el océano
y el océano era un campo de trigo pensando en pan.
Y los rostros en las portillas pensaban: España.
Martín Espada, Soldados en el jardín


Porque mis tierras están sumergidas. Hay en ellas un cementerio blanquecino. Sus cruces brillan al sol tímido del fondo del océano. En el cementerio desvaído pescadoras jovencísimas lloran a sus ahogados. Fui yo quien los mandó al otro barrio con un golpe de mar o de furia.
Pedro Casariego Córdoba, Qué más da


Sus últimas palabras fueron:
–Somos dos recién casados
que andan sobre el océano transparente.
Javier Corcobado, Yo quisiera ser un perro



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1 comentario:

Daniela V. dijo...

Preciosas citas de èstos poemas,todas siempre con referimiento al inmensurable mar,son todas tan bellas que no sabrìa decir si una es mejor que otra.Un abrazo.Daniela V.