Voz: Ruth Becerro
Habrá que derrumbarlo todo o hacerlo saltar por los aires. Habrá que acabar con lo que no podemos y aceptar dónde nos duele. Nunca nadie dijo que reír fuera fácil, ni que para la defensa personal de los sueños bastase con un par de vinos. Nadie jamás que todo lo malo fuese para siempre. Hasta eso se viene abajo. Pero hay que acercarse mucho al dolor para combatirlo.
Barrado es poeta visual y eso lo aprovecha en este volumen para dejar las palabras en los huesos, quitándole carne de fanfarria. Y así es como evita el panfleto la poesía de la conciencia, gracias a la sugerencia.
-¿Se puede hablar de todo con la poesía?
-Yo creo que sí. Es muy real, muy crudo, muy desnudo. No tiene una vía de escape hacia otros ámbitos, hacia el modernismo, es un libro crítico, ácido. Yo pensé que nunca se iba a publicar, es demasiado desagradable, no son poemas fáciles, de amor, sino de realidad. Hablo de campos de concentración, de los enfermos de cáncer en Cádiz, de los animales que matan en África, de los vertidos de petróleo...a mí eso me llega, y me siento afectado por todo eso.
Catorce centímetros. A Juan Manuel (Poeta Visual) Barrado no le bastan los convencionales espacios sencillo o doble (o 15, para los indecisos) de Word. En la página-lienzo, sus versos flotan ingrávidos, alejados unos de otros, solos. Se leen a saltos de ojo y de mente. Y cada hueco vacío se llena de significado.
Fragmentos de cal es un juguete roto que sólo nuestra lectura repara. Verbalmente desarticuladas, todas las estructuras de esta poesía (la sintáctica, la tipográfica, la esperable) se quiebran en discontinuidad, en desmesurados espacios en blanco entre verso y verso, en la ridiculez de nuestro mundo bárbaro : “los que solapan en fin su alevosía / bajo esvásticas artísticas / aprenderán geografía en los bosques calcinados”. Entendidas como objetos sobre una superficie, las palabras colonizan el papel con autonomía: no se obedece a idus o calendas (“derrota en la edad media / beatitud en la zona cero / bajo las dos torres de babel / melancolía de nueva york”), se demuestra lo peligroso de las amistades semánticas (“fracasa más / fracasa mejor / en el equinocio oscuro / el urinario de duchamp es ignorado”) o se cancela, exhausta, la metáfora en que sobrevive el haiku: “maleza de casas abandonadas / bodegones de rosas / que melodiosamente se pudren”. Sólo el poema alfa (“donde hubo paraíso / mi madre come manzanas / nueces / donde quiso el destino / si eso es posible”) y el poema omega (“donde hubo paraíso / mi padre pone en marcha la dinamo / perfecciona la rueda / macha los ajos / naturalmente / en mitad del camino de la vida”) apuntalan las ruinas. Y en el medio, cincuenta demostraciones de que la escritura es geometría y la poesía, música.
Juan Manuel Barrado, Fragmentos de cal.
Prólogo: Ricardo Senabre
ISBN: 978-84-935544-9-1
Colección: Salamandria 4
PVP: 20 €
Datos técnicos
Primera edición, 666 ejemplares numerados.
80 páginas.
17 x 27 cm.
Papel: Woodstock Arachide 110 gr.
Cubierta: cartulina Woodstock Camoscio 285 gr.
Tipos: Woodytype Ornaments, Bernhard, Galliard y Bodoni.
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